Según datos del Ministerio de Trabajo, el desempleo entre los menores de 25 años en Castilla y León en diciembre de 2020 se había incrementado en un 38.2% con respecto a marzo del mismo año, hasta llegar a la cifra de 16.663 jóvenes desempleados, lo que indica que la pandemia ha golpeado fuertemente en este colectivo.
Por otro lado, según el estudio Cybersecurity Workforce Study, actualmente en todo el mundo hacen falta más de tres millones de expertos en ciberseguridad (casi 30.000 solo en España).
Este panorama de falta de profesionales cualificados es corroborado por los propios socios de la AEI, los cuales manifiestan reiteradamente la dificultad para encontrar personal capacitado para puestos específicos de ciberseguridad.
Y a pesar de que hay bastante oferta formativa en Castilla y León, existe un gap entre esta y las necesidades reales de la industria, destacando tres principales problemas:
Para solventar estos problemas, la AEI de Ciberseguridad pone en marcha el proyecto Ática, orientado a la prestación de un servicio de acercamiento entre las necesidades de talento de la industria de la ciberseguridad, extensible a la industria en general, y la capacitación en competencias hard y soft que se ofrecen académicamente, bien sea mediante formación reglada o mediante cursos específicos de entes públicos.
Para ello es necesario hacer una prospección entre las empresas del sector de la ciberseguridad, a través de los miembros de la AEI de ciberseguridad, complementándolo con un análisis cuantitativo y cualitativo, basado en estudios e informes oficiales, sobre la demanda de profesionales de ciberseguridad en la actualidad y en un escenario futuro, teniendo en cuenta los nuevos reglamentos nacionales y europeos. Con este análisis, se identificarán los principales perfiles de ciberseguridad necesarios a corto, medio y largo plazo, definiendo para cada uno de ellos los requisitos necesarios para el correcto desempeño de sus responsabilidades, incluyendo competencias tecnológicas y no tecnológicas, así como requisitos deseables de experiencia laboral previa.
El siguiente paso para acortar la brecha entre la industria y la academia, es realizar un análisis de los planes formativos de entidades públicas, para identificar los gaps o deficiencias en planes de estudio y cursos de reciclaje.
Posteriormente será necesario trasladar los datos recogidos en este análisis hacia las entidades responsables de la formación de los futuros profesionales: universidades, centros de formación profesional, servicios de empleo, etc.
En el mes de noviembre, el proyecto Ática ofrecerá los resultados de su trabajo en dos jornadas, una de ellas dirigida a la industria, y otra de ellas dirigida a la comunidad de estudiantes y desempleados.
Esta actuación se desarrolla en el marco de la convocatoria de subvenciones para el año 2021 dirigidas a mejorar la competitividad empresarial a través del apoyo a las Agrupaciones Empresariales Innovadoras (AAEEII) de la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León, cofinanciada con fondos FEDER contribuyendo al Objetivo OT3 “CONSEGUIR UN TEJIDO EMPRESARIAL MÁS COMPETITIVO” del Programa Operativo FEDER de Castilla y León.
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